Lunes 5 Julio, de Bangkok a Damnoen Saduak

Lunes 5 de Julio,
En bangkok nos dicen que con dos dias es suficiente, nosotros creemos que una semana entera dandonos masajes puede ser suficiente, pero hacemos caso y decidimos irnos este dia. Andamos hasta el palacio real, 350 bats por persona, un calor de muerte y se pone a llover. El dia perfecto para coger un taxi. Por fin encontramos uno rosa que no le importa hacer la pifia para cambiar de sentido en plena calle. Tras decirle que no queremos ir a tres espectaculos de tigres, cocodrilos y serpientes, a 2 tiendas, y 1 agencia de viajes, nos dirigimos al weekend market. en el coche nos percatamos de que es lunes, y que igual el nombre del mercado indica cuando abre, justo, hoy estaba cerrado leimos, cambio de planes, a la estacion de buses. Tras repetirle al taxista que no queriamos visitar otras tiendas de fashion, por fin se resigno a repetir varias veces con ironia el nombre de la estacion que le estabamos diciendo. incluso cuando 10 min. despues silvia leia en voz alta y repitio el nombre de la estacion, el taxista repitio el nombre en plan: que si, que ya lo se, que os llevo donde me decis.
La estacion del sur es un centro comercial en toda regla, y de paso tiene unos cuantos autobuses. Comida en japones sopa de nudels con carne, empanadillas y bebida por 4 euros los dos un pelin caro para lo que vemos aqui, mas donuts cada uno a 20 centimos. En la parada nos esperaba la chofer mas simpatica de todo asia, con los brazos abiertos para que entraramos a su bus, viaje de 100 km por 1,7 euros, al mercado flotante. Nos cambian a una furgoneta donde el conductor esta loco, pitando todo el rato, colandose en las salidas. Por fin llega a un pueblo y volvemos a cambiar de bus, este ya es un cascajo antiguo y no corren peligro nuestras vidas. Nos dejan en lo que creemos que es las afueras del pueblo, andamos por la carretera calle que es la principal, llena de perros que pasan de nosotros para alivio de silvia. Tras 20 min andando bajo el sol y la humedad llegamos a una tienda que vende lamparas y demas hecho con cocos, preguntamos si hay hoteles, el dueño nos lleva en su bmw nuevo a un par y decidimos pagar 7 euros la doble con aire acondicionado y mosquito enorme incorporado. Tras esto el tipo nos dice que si tenemos la tarde libre nos enseña los alrededores, nos vamos a un pueblo a unos 70 o 80 km, a ver la campana budista mas antigua o alta del mundo. Comemos hasta reventar, sin que nos deje pagar asi que no insistimos las otras 4 veces que nos sentamos a comer,y todas tras decirle que estabamos llenos y no podiamos mas. Un tailandes loco me utiliza para ganarse clientela lanzandome una bola de helado, hace movimientos de kung fu y me dice que sujete una copa, que me tirara una bola de helado desde 10 metros, si la cojo me la como gratis y si se cae la pago a 20cent euro, todo esto con un corro de unas 20 personas mirando al unico turista junto con silvia de toda la zona, al final cogi la bola pero se la devolvi. Lo curioso es que nos dijeron o leimos que no consumieramos cosas con hielo, que esta hecho de agua corriente y que nos podemos coger algo, pues llevamos todos los dias con tes con hielo, zumos de naranja con hielo, y frutas super raras con hielo, sin olvidar la cocacola que nos ha pedido el nuestro amigo Pau en donde algunos hielos eran mas negros que transparentes. Por supuesto comimos con palillos reutilizadisisisimos. Al final vuelta al hotel medio dormidos, y a roncar.
Solo hemos podido dormir de 10 pm a 2am, el jet lag causa estragos. Agradecemos la pastilla que nos dio mi madre, pero tras tomarnos media en el avion y seguir sin dormir, y luego tomarnos la otra media y al menos yo seguí sin dormir, aunque silvia durmio 1 hora. Ahora nos tomariamos la pastilla, pero vamos a dejar que el reloj interno se habitue. Agradecemos muchisimo el antimosquitos traido desde argentina, huele bien, parece que resiste a Paquito, nuestro mosquito de la habitacion, le hemos bautizado, ya que nuestra relacion puede llegar a ser muy intensa, con vinculos de sangre y esas cosas, mejor ir conociendonos. Reconozco que le hemos visto, y tanto a Silvia como a mi nos ha parecido que le costaba volar, era un mosquito panzudo, con una panza enorme y haciendo una U en plan cisne. Era realmente hermoso. Solo que nos sorprende que aun no nos haya picado, hemos tomado precauciones, aire acondicionado a tope: es decir, sobre unos 24 grados, que esta un poco viejo. Jersey largo, pantalon largo, calcetines, fufu de mosquitos argentinos tamaño elefante. Tras 4 horas estamos sin la sabana, en manga corta y los tres pensamos poner una queja al hotel por el mal funcionamiento del aire acondicionado.

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